Reseña del libro "Selenoide" de Mircea Cărtărescu: Una obra 'surrealista' que explora la memoria, el tiempo y la identidad.

Por Juan Carlos Vásquez

Si tuviera que resumir "Solenoide" en una reseña de una sola línea, diría: este libro convierte la realidad en algo maravillosamente extraño. Es una de las obras de ficción más brillantes que he leído. Aunque es muy largo y denso, con pasajes complicados que requieren mucha atención, cada línea parece estar escrita con gran urgencia y, como tal, me tuvo completamente cautivado. La escritura también es frecuentemente sorprendente y atractiva. Me hizo querer leerlo lentamente e internarme en su naturaleza poética y en las imágenes extrañas que me llevaron a pensar en la vida desde un nuevo ángulo. Por ejemplo, el narrador escribe que cuando soñamos, "nos sumergimos en la cisterna de oro derretido de nuestras visiones", una frase profunda y sugerente. En otro momento, un hombre llamado Virgil pregunta: "¿Qué estamos haciendo dentro de esta máquina asquerosa y suave?" Es este tipo de giro de frase contradictoria y humorística, ofrece una forma diferente de considerar cómo es habitar un cuerpo.

El cuaderno obsesivamente escrito por el narrador es fascinante, ya que explora sus preocupaciones con detalle meticuloso y fabuloso. El texto se basa en las grandes preguntas de la vida sobre el sentido de la existencia, la naturaleza del ser y lo metafísico. Sin embargo, toda esta materia trascendental autoconsciente nunca se siente demasiado pesada porque se presenta con sinceridad emocional, vitalidad creativa y un sutil sentido del humor. Despeja la superficie mundana de la realidad para revelar todos los miedos y maravillas que se esconden debajo.
Al mirar hacia adentro con tanta intensidad y dedicación, todas las bestias incómodas del inconsciente son liberadas y se reafirma el propósito esencial de la vida.

El libro adopta la forma de notas diarias que el narrador registra compulsivamente, no para producir un relato que sea leído por otros, sino "para intentar comprender lo que le está sucediendo, en qué laberinto esta, a qué prueba es sujeto y cómo puede responder para salir entero". Explora su humilde pasada, su trabajo como un profesor reacio en Bucarest y sus sueños inquietantes. Sin embargo, también se desvía para especular sobre los infinitos caminos alternativos que su vida podría haber tomado y cómo podría liberarse de las limitaciones de la realidad. Describe un evento formativo en el que leyó un poema en voz alta en un salón literario. Había volcado toda su fuerza vital en este poema y soñaba con que fuera reconocido como la obra de un genio. Lamentablemente, se viste para el evento de de "cierta manera" porque su idea de ser escritor proviene de ver "Desayuno con diamantes", donde "el autor de esa película llevaba un jersey de cuello alto, un poco desgastado alrededor del cuello". La reacción del grupo ante su poema es devastadora. Es criticado y humillado. Esto lo lleva a abandonar su esperanza de convertirse en escritor y pierde la fe en el poder de la literatura.

La naturaleza de este libro es en sí misma una contradicción. Es a la vez una novela y una anti-novela, autoficción y fantasía desenfrenada, una disquisición dedicada y un proyecto efímero. Del mismo modo, su propia identidad contiene mucha incertidumbre, especialmente cuando recuerda su juventud. Podría haber tenido un hermano gemelo que funciona como una especie de doppelgänger. Hay una exploración curiosa del género, donde su madre a veces lo vestía como una niña, y en un momento afirma: "Hoy en día, siento que he sido una niña en una vida anterior, como si la niña dejara un agujero con la forma de su cuerpo en la ceniza petrificada de mi mente". Líneas tentadoras como esta me dejaron con mucho en qué reflexionar sobre cómo nuestra identidad está en constante cambio y capas. También hay muchos detalles desgarradores que se repiten como una pesadilla y el horror corporal relacionado con su existencia física. 

También se percibe una sensación de que la sociedad limita su potencial de crecimiento. Se describe la absurdes y las demandas falsas de un gobierno opresivo comunista, donde "cada niño debe traer quince kilogramos de papel al mes y cien kilos de botellas y frascos vacíos, todos bien lavados, listos para volver a entrar en producción". Parece que hay pocas posibilidades para el futuro de estos niños que se ven obligados a actuar en espectáculos absurdos, por lo que no sorprende que se escapen a una fábrica en desuso para realizar algún tipo de ritual arcano. La población adulta en general también está descontenta y hay un grupo llamado "los Piquetistas" que no solo protestan contra el gobierno, sino también contra la muerte y fenómenos naturales como los  "enjambres de enfermedades, miedos y horrores que se encuentran en la carne humana" diariamente. Hay descripciones bastante vívidas de otras figuras como el director de la escuela, sus compañeros profesores y ciertos estudiantes, pero el punto focal está constantemente en el narrador mismo.

Su existencia monótona consiste en viajar entre su hogar y el trabajo. Esto forma "la triste locura de mi vida". Definitivamente, esta es una novela melancólica, pero el ingenio creativo de su narración nunca hace que se haga demasiado pesada. En un momento, comenta: "La melancolía también es emocionante, pero de una manera diferente a la embriaguez rigurosa del sexo".





El rumano Mircea Cartarescu (1956) es uno de los grandes autores de la literatura europea actual. Su obra, compleja y adictiva, ha atraído a numerosos lectores de todo el mundo. Es el autor rumano más apreciado en el extranjero; en 2018 se le concedió el Premio Formentor de las Letras, uno de los galardones más prestigiosos del mundo literario, y se le considera un firme candidato al Premio Nobel.

Actualmente ocupa la Cátedra de Literatura Rumana de la Facultad de Letras de la Universidad de Bucarest

Se inició en la literatura como poeta a lo largo de los ochenta. Entre sus obra iniciales, destaca El Levante (1990; Premio de la Unión de Escritores Rumanos), que Impedimenta recuperó en 2015 en una versión especialmente preparada por el autor. El Levante es, en palabras de su autor, principalmente un esfuerzo lingüístico y cultural que sintetiza todas las facetas del idioma de Rumanía, el antiguo, los dialectos, el literario y dos siglos de poesía rumana. Pero también es una fantasía barroca, una novela de aventuras y una declaración política, escrita mientras que el régimen del dictador Ceaucescu se estaba derrumbando.

Su primera obra de narrativa sería el volumen de cuentos Nostalgia, publicado en Rumanía en 1993. La a mayoría de las reseñas comparan sus cuentos con los de maestros incuestionables del género como Borges, Kafka o Cortázar. Una de sus técnicas más habituales es la de partir de elementos reales, cotidianos, que, poco a poco, se transforman en otra cosa, en algo distinto, fantástico, inquietante. A este libro le siguió la novela Lulu, en la que despliega su versión de la figura del artista adolescente y el misterio del doble. Nota biográfica completa.




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